Todas las personas atravesamos en algún momento de nuestras vidas por situaciones difíciles que nos afectan emocionalmente, en donde algunas veces, el paso del tiempo y la fuerza de voluntad no son suficientes para reponernos, es allí cuando la terapia psicológica puede ayudarnos.
Características de la terapia individual
La terapia individual es un espacio personal, en donde se plantea un trabajo entre el paciente y el terapeuta, quien lo acompaña a resolver el conflicto emocional que presenta, dentro de: la confidencialidad, calidez, ética y profesionalismo.
Para esto, es necesario una primera cita de evaluación, en la cual el profesional analiza la situación del paciente para así definir un plan de tratamiento. Este plan generalmente se basa en sesiones periódicas con un tiempo determinado de duración.
Es importante entender que la terapia psicológica es un proceso, el cual toma tiempo y necesita de la paciencia y constancia del paciente para su efectividad.
Con este proceso terapéutico se apunta a que el paciente genere un nivel de conciencia sobre los elementos que le privan de vivir con mayor armonía. El trabajo terapéutico con el paciente, consiste en generar herramientas que colaboren en la resolución de sus conflictos emocionales, brindándole una mayor estabilidad psicológica y emocional.
Conflictos Comunes
Existen muchas razones para buscar ayuda profesional y poder beneficiarse de la terapia individual con un profesional. Los conflictos más comunes que suelen presentar las personas son:
- Depresión
- Ansiedad
- Patrones de comportamiento
- Duelos
- Control de ira
- Impulsividad y agresividad
- Dependencia emocional
- Rupturas amorosas
- Fobias
- TOC Trastorno obsesivo compulsivo
- Crisis existenciales
- Desórdenes alimenticios (Anorexia, bulimia, comer compulsivo)
- Problemas de comportamiento
- Trastornos de personalidad
- Realizar un trabajo de autoconocimiento personal para mejorar el estilo de vida, etc.
Iniciar un proceso de terapia psicológica no es signo de debilidad en las personas, es más bien un acto que demuestra la valentía de querer afrontar un conflicto acompañado de un profesional.